http://www.geocities.com/global_cult_polit/PonenciaAIS-Mato.doc

GLOBALIZACIÓN

(QUE NO ES LO MISMO QUE “LIBRE COMERCIO”),

 

CULTURA

(QUE ES MÁS QUE “BELLAS ARTES”, “CULTURAS POPULARES”, E  “INDUSTRIAS CULTURALES”)

 

Y TRANSFORMACIONES SOCIALES

 

Daniel Mato

Universidad Central de Venezuela

dmato@reacciun.ve

Apartado 88.551. Caracas-1080. Venezuela

 

Globalización, cultura y transformaciones sociales.

 

Ponencia para ser presentada en la

1ra. Conferencia Regional de la Asociación Internacional de Sociología

en América Latina y el Caribe

Isla de Margarita, 7 al 11 de mayo del 2.001.

 

 

                        El pasado 1ro. de mayo los titulares de incontables telenoticieros del mundo destacaron la noticia de las marchas “anti-globalización”, las imágenes de las pancartas de los manifestantes mostraban consignas “anti-globalización”. Sólo un par de días antes, el 28 de abril, el Papa expresó que “la globalización no debe ser una nueva versión del colonialismo” (El Nacional, 28/04/01, pág a-14) , y el 3 de mayo pasado Hugo Chávez Frías, presidente de Venezuela, en su discurso semanal, citó al Papa en apoyo a sus posiciones de reserva respecto de la Zona de Libre Comercio de las Américas. A finales de noviembre de 1999 la ciudad de Seatle, sede de una reunión de la Organización Mundial de Comercio, fue escenario de fuertes protestas “anti-globalización”, el 29 de enero del 2000 estas expresiones se repitieron en Davos, Suiza, con motivo del Foro Económico Mundial. Y así, este tipo de expresiones se repiten a lo largo y ancho del globo, la idea que de manera explícita y directa expresan muchos de los manifestantes (aunque ciertamente no todos) y la que de manera casi unánime construyen la prensa y la televisión es la misma: “Anti-Globalización”.

 

                        Sin embargo, si uno se pone analizar más en detalle los discursos y propuestas, lo que estos grupos critican o adversan no es “la globalización”, sino el “libre comercio”, o más precisamente la liberalización arancelaria. Paralelamente, numerosos líderes corporativos hablan de “globalizar operaciones”, de “estrategias globales”, y cosas semejantes. Por otro lado, no pocos dirigentes políticos proponen a sus seguidores en diversos países del mundo que la única salida que nos queda para salir del atraso y la pobreza es “globalizarnos”, mientras que otros tantos nos dicen que “la globalización” es la causa de la pobreza, miseria, etc. Pero lo cierto es que cuando nos ponemos a analizar más en detalle sus posiciones todos están haciendo referencia a la liberación arancelaria y de otras restricciones a las prácticas de las grandes corporaciones de negocios, y no a la idea de interconectarnos con otros actores sociales en otros países.

 

                        Mientras tanto, si analizamos qué sucede con los movimientos anti-globalización, vemos que no hacen más que tejer redes de trabajo y colaboración entre activistas de alcance lo más global posible. Y si analizamos el caso de la Iglesia Católica, de la cual es representante el Papa, a quien hace un momento citaba por sus reservas sobre “la globalización”, vemos que esta Iglesia es probablemente el más antiguo y exitoso proyecto cultural (y subrayo cultural) de alcance planetario –es decir: global— en la historia de la humanidad. De manera semejante, podemos ver que las ideas de corte socialista que con frecuencia invoca el presidente Chávez encuentran su origen en otra propuesta de carácter cultural que en su momento también aspiró a lograr alcance planetario, es decir “global” y que para ello se crearon entre otras coas la 1ra, la 2da, la 3ra, y la 4ta Internacional. Pero no sólo eso, sino que resulta que las ideas “bolivarianas” que también invoca con frecuencia el presidente Chávez también se originan en otro exitoso proyecto cultural de vocación global, el nacionalismo de los siglos XVIII y XIX que ha dado lugar a la organización del globo en estados nación, parte sustancial del proyecto cultural que solemos llamar Modernidad, otro diseño cultural que ha logrado alcance planetario, es decir global. Asimismo, las ideas de “democracia” que invocan, entre otros, numerosos opositores al presidente Chávez, tienen semejante origen: proyectos culturales de vocación planetaria. Y otro tanto podríamos decir de las ideas de “sociedad civil”, de “justicia”, de identidades y diferencias étnicas y raciales, las cuales otorgan sentido y orientan las prácticas de numerosos y variados actores sociales a lo ancho y largo del globo, es decir que constituyen las bases culturales de las prácticas de numerosos actores sociales, incluyendo entre estos actores gubernamentales y no-gubernamentales.

 

                        En fin, como podrán inferir lo que pretendo sostener con estos ejemplos es la idea de que algunas palabras claves para la interpretación del presente tiempo histórico las venimos utilizando de maneras que no nos resultan muy útiles para comprender qué está sucediendo, y mucho menos para encontrar maneras fértiles de intervenir en lo que esta sucediendo. No es por un “purismo” del lenguaje que me parece necesario que revisemos con extremo cuidado el uso de estos términos, sino porque estos términos construyen nuestras “visiones” de las dinámicas sociales y con ellas nuestras posibilidades de intervención.

 

                        En estos días se habla y escribe mucho sobre globalización, demasiado. Pero de maneras que no nos sirven de mucho para guiar nuestras acciones. Dependiendo de quien habla o escribe, resulta que eso que llaman globalización o bien es señalado como causa de todos nuestros males, o, alternativamente, como la panacea que resolverá todos nuestros problemas.

 

                        Se hacen pocos esfuerzos por explicar en qué consiste eso que suelen llamar globalización y que a mi modo de ver deberíamos llamar en plural: PROCESOS DE GLOBALIZACION.

 

                        Por eso me parece necesario comenzar por señalar los que a mi juicio son los problemas más importantes en las formas predominantes de pensar la globalización. En segundo lugar les presentaré una perspectiva de análisis que pone de relieve cómo se producen esos PROCESOS DE GLOBALIZACION, quiénes y cómo los producimos.

 

                        Esta perspectiva alternativa la iré presentando a través de ejemplos de --digamos-- "aspectos" de diversos tipos de procesos de globalización. Pero, además, a través de esos ejemplos iré tratando de una vez otro problema que me preocupa: el de ciertas concepciones reduccionistas de la idea de CULTURA. Aquellas que con la palabra cultura hacen referencia exclusivamente a lo que otros preferimos llamar el sistema de las bellas artes, pero también el problema de aquellas otras concepciones de la idea de CULTURA que aunque rompen con las limitaciones de asociarla a la idea de bellas artes, no obstante sólo llegan a incluir en ella otros tipos de prácticas sociales que según los casos y alcances suelen llamar artes o culturas tradicionales, o en otros casos artes o culturas populares. Esta concepciones de la idea de CULTURA aunque preferibles a aquella limitada a las bellas artes también tienen limitaciones que señalaré más adelante. Por eso a través de los ejemplos que utilizaré para presentar la perspectiva alternativa de cómo ver la globalización estaré a la vez proponiendo una visión más integrada de la idea de CULTURA, una abarcadora de todo lo simbólico social.

 

                        Poniendo en relación esta otra concepción más integrada de la idea de CULTURA con lo que hace un momento llamaba POLITICAS --es decir las orientaciones de las prácticas de LOS ACTORES SOCIALES--  podremos formular POLITICAS CULTURALES acordes con los tiempos de GLOBALIZACION que vivimos.

 

                        Así, como consecuencia de los cambios de concepciones propuestos, la propia idea de POLITICAS CULTURALES resultante de ellos también es más amplia e integrada que la manejada habitualmente. Digo esto, porque la idea de POLITICAS CULTURALES que de aquí resulta no se limita a designar las POLITICAS de un único tipo de actor social: el Estado, para un ámbito relativamente restringido y parcial de las prácticas sociales, sea que se incluyan sólo las bellas artes, o también las culturas tradicionales y/o populares, y/o a las llamadas "industrias culturales". Por el contrario, la idea de POLITICAS CULTURALES que así resulta es más amplia en el sentido de que está referida a TODOS LOS ACTORES SOCIALES (sean organismos de gobierno, organizaciones comunitarias y otros tipos de organizaciones no-gubernamentales, empresas, etc.), pero además es también más abarcadora, e integra a TODO AQUELLO QUÉ SE RELACIONA CON EL CARACTER SIMBOLICO DE LAS PRACTICAS SOCIALES, y en particular a la producción de representaciones sociales que juegan papeles claves en la constitución de los actores sociales y el diseño de sus políticas y programas de acción. (1)

 

Cómo no comprender la Globalización: Fetichizadores y Cazafantasmas

 

                        Comenzaré por señalar los errores más importantes que caracterizan a las formas dominantes de representarse la idea de globalización: 

 

                        La mayoría de quienes demonizan la globalización, como la mayoría de quienes hacen su apología comparten un error de base: FETICHIZAN la globalización. Es decir, representan la globalización como si se tratara de una suerte de fuerza suprahumana que actuaría con independencia de las prácticas de los actores sociales. Por ello no se detienen analizar cómo participan diversos actores sociales en la producción de formas específicas de globalización.  (amplio estas ideas en Mato 1999a).

 

                        De manera levemente diferente, pero en sustancia semejante hay quienes aún fetichizándola, atribuyen su existencia a factores meramente financieros y/o tecnológicos. Pero de todos modos, en estos casos, esos factores acaban teniendo carácter anónimo, así se invocan en abstracto "las fuerzas del mercado", o el poder de las tecnologías. Como si estas actuaran por si mismas, como si nadie las produjera y nadie las aplicara. Así, la mayoría de quienes señalan fuerzas actuantes tras el fetiche sólo señalan fuerzas anónimas; y de este modo coinciden con los fetichizadores en no ver las acciones humanas.

 

                        En el otro extremo, algunos de quienes comparten la visión simplista que equipara globalización a liberalización económica se representan a la globalización como si esta fuera producto de la voluntad de un número reducido de gobernantes y tecnócratas. Adicionalmente, quienes reducen la idea de globalización a la globalización económica, generalmente también equiparan a esta con su versión neoliberal, y acaban confundiendo globalización con neoliberalismo.

 

                        Así, se representan eso que llaman globalización como si esta no fuera otra cosa que un montón de acuerdos económicos orientados por la idea de liberalización de los movimientos comerciales y de capitales, más los movimientos de capitales y comerciales que se dan en tal marco crecientemente desregulatorio, y sus consecuencias macroeconómicas y lo que a su vez consideran las consecuencias sociales de las tendencias macroeconómicas.

 

                        Pero mayormente no encontramos análisis acerca de quiénes y cómo toman las decisiones que conducen a tales políticas, a tales movimientos económicos, al desarrollo y adopción de esas tecnologías. Insisto, el principal rasgo de estos discursos sobre la globalización es que en ellos los actores sociales no se ven. Sin embargo, en algunos de ellos si se menciona algo parecido a actores sociales, pero entonces resulta que se los imagina conspirando. Menuda forma de imaginar la historia contemporánea del género humano.

 

                        Lo importante del caso es que una vez operadas todas estas reducciones, dependiendo de la orientación ideológica de los hablantes o autores en cuestion, estos concluyen que eso que llaman globalización es una panacea, o bien que es la causa de todos los males.

 

                        El problema es que estas formas de imaginar la globalización, aunque aparentemente contradictorias entre sí, conducen a lo mismo: a ignorar las prácticas de los actores sociales. Y así,  o bien conducen a la parálisis de los actores sociales cuando asumen que la globalización es una suerte de fenómeno suprahumano, o bien conducen a la alienación fundamentalista de los actores. Sea llamándolos a adherirse incondicionalmente a las reformas neoliberales, o bien llamándolos a oponerse con el mismo tono fundamentalista no sólo a las reformas neoliberales, sino también a todo lo extranjero, a replegarse sobre ellos mismos, a aislarse.

 

Una perspectiva más fructífera para comprender eso que llaman globalización: ampliar el rango de nuestra mirada, analizar la complejidad, identificar actores e interrelaciones, sobre todo las de tipo local-global: 

 

                        Voy a proponer una manera de analizar eso que llaman  globalización que pienso que puede resultar más fértil. Es decir, una manera que rinda frutos a los actores sociales, que nos ayude a comprender qué está pasando y cómo actuar en ese contexto. Veámos:

 

                        Propongo en primer lugar que no hablemos de globalización, sino de PROCESOS DE GLOBALIZACION, así en plural. Con este término me refiero a los numerosos procesos que resultan de las interrelaciones que establecen entre sí actores sociales a lo ancho y largo del globo, los cuales producen GLOBALIZACION, es decir producen interconexiones complejas de alcance cada vez más planetario. Así, este conjunto de interconexiones es resultado de muy diversos tipos de procesos sociales en los que intervienen en la actualidad y han venido interviniendo históricamente incontables actores sociales en los más variados ámbitos de la experiencia humana, desde los más variados rincones del globo. (amplio estas ideas en Mato 1995, 1996, 1999b, 2000b).

 

                        Entre esos numerosos PROCESOS efectivamente podemos distinguir algunos cuyos efectos son aquellos que frecuentemente mencionan las maneras predominantes de imaginar la globalización, me refiero a esos procesos cuyos aspectos económicos, pero no otros, suelen ponerse de relieve. Sí, es cierto, esos procesos existen y esos aspectos también. Pero además podemos y debemos ver que esos mismos PROCESOS tienen otros aspectos además de los económicos; y también podemos y debemos ver que hay otros procesos que habitualmente pasan por alto quienes hablan de globalización y que resultan muy importantes. Veamos algunos ejemplos ilustrativos:

 

                        Uno de los símbolos más usados para representar visualmente la globalización es el logotipo de McDonald's. Los MacDonalds representan para muchos el paradigma de la globalización porque en esa visión de la globalización MacDonalds quiere decir hamburguesas. Y hamburguesas quiere decir gringos. Y para quienes ven las cosas de esta manera globalización quiere decir que todos acabaremos por pareceremos a los gringos. Desde luego, esa visión de la globalización como tendencia a la homogeneización es simplista y continuaré dando ejemplos que lo demuestran. Pero más allá de eso, el asunto es que MacDonalds no es sólo hamburguesas, ni sólo las Coca Colas o Pepsi Colas que las acompañan. No, además es "comida rápida", y esto no sólo quiere decir que los clientes comen rápido una comida de ciertas características, lo cual ya es un cambio cultural significativo. Sino que además quiere decir que hay toda una organización del trabajo y de la empresa que sostiene eso, y que lo hace con ciertas características.Y este modelo de organización del trabajo, y los principios de productividad e identificación con la corporación, y los valores que lo inspiran y lo hacen posible constituyen quizás el producto cultural más importante que promueve MacDonalds. Y esto lo hace significativamente entre los numerosos jóvenes que en muchas ciudades del mundo comienzan allí su inserción en el mercado laboral. Pero, no sólo eso, sino que ahora resulta que MacDonalds junto con la hamburguesa, la Coca Cola y la organización del trabajo, en sus promociones de "cajitas felices" incluye muñecos relacionados con las más recientes producciones de las industrias cinematográficas de Hollywood. Es decir, de una vez se asocia a la industrias del entretenimiento y del juguete.

 

                        Así resulta que MacDonalds se relaciona con uno de los tipos de industrias que algunos colegas llaman las "industrias culturales". Aquí necesito puntualizar que a mí este término me parece inapropiado. Porque la aplicación de la idea de "industrias culturales" que usualmente se hace está demasiado asociada a las ligadas a las artes, sólo que en una versión más abarcadora de esta idea, una que incluye las del entretenimiento, los medios de comunicación, etc. Pero, a mi juicio, esa manera de ver las "industrias culturales" se queda corta. Porque en algún sentido todas las industrias son culturales, algunas de manera más obvia que otras. ?Acaso, y como mínimo, no son culturales las industrias de la alimentación, del vestido y del juguete?  ? No son estas industrias tan culturales como las de la televisión, la música, la editorial, las gráficas, etc ?  ?Acaso ellas no tiene tanta importancia como estas otras en tanto productoras de sentido, de simbolizaciones sociales, de representaciones? Pienso que sí, y por eso el uso de este término me parece problemático, y me parece que al fin y al cabo comprende a todas las industrias. Por eso me parece preferible utilizar denominaciones específicas descriptivas de distintas ramas de industria, por ejemplo: del entretenimiento, de la alimentación, de comunicaciones, del vestido, etc., aunque como sabemos hay demasiados solapamientos e integraciones entre las diferentes industrias.

 

                        Ahora veamos lo siguiente. Como se sabe, todas estas industrias  --las convencionalmente llamadas culturales y esas otras que he mencionado-- no sólo son culturales, sino que también son industrias. Sin esta visión integrada resulta difícil comprender porqué, por ejemplo, la industria latinoamericana de la telenovela tiene las características que tiene. Porqué produce los tipos de productos qué produce, porqué aunque por un lado se busca exportar y lograr la comprensión y el interés de públicos transnacionales, no obstante las temáticas y estilos de muchas telenovelas son marcadamente locales, porqué estas industrias están produciendo en Miami. Sin una visión de este tipo resulta difícil comprender porqué y cómo la transnacionalización de la industria de la telenovela incide en las características de las telenovelas que produce. Lo cual, contra todo prejuicio y habladuría, no se ha expresado en una suerte de "mayamización" homogeneizante del género en su conjunto, sino en la aparición de telenovelas que transcurren en Miami. Así como ha habido y sigue habiendo otras que transcurren en otros lugares de referencia para sus públicos, en lugares específicos de América Latina. Y en esto las telenovelas colombianas y brasileras constituyen ejemplos particularmente significativos de tematización familiar a sus públicos "nacionales", y que además resultan crecientemente exitosas a nivel internacional. Pero ahora no hay tiempo para entrar en detalles sobre esta industria, por lo que no me queda más remedio que invitar a quienes me escuchan a ampliar detalles en algunos textos que he publicado sobre este tema (Mato 1999c, 2000ª)

 

                        Pero en estos tiempos de globalización lo cultural de lo económico y lo económico de lo cultural no se limita a esos ámbitos de la actividades humanas. Sino que está presente y tiene importancia política en muchos otros, como por ejemplo en las relaciones que establecen las organizaciones indígenas de América Latina entre sí, y con organizaciones ambientalistas y otros tipos de organizaciones que actúan a escala planetaria. Antes de ofrecer un ejemplo de esto quiero afirmar de manera enfática que es necesario comprender que las relaciones entre organizaciones indígenas y organizaciones globales de diversos tipos encuentran su razón de ser en que ellas se han transformado en casi que el único recurso que frecuentemente les ha quedado a las organizaciones indígenas para defender los derechos de sus pueblos, los cuales como sabemos han sido y continúan siendo agredidos, discriminados, excluidos. Por eso mismo han tenido que aprovechar al máximo las posibilidades que les abren las relaciones con organizaciones hermanas de otros países y también con cualquier otro tipo de organización dispuesta a apoyarlos.

 

                        De resultas de eso, un dirigente del pueblo Shuar, de Ecuador, me comentó irónicamente que cada vez era más dificil ser dirigente indígena. Me decía que primero hubo que aprender el idioma y las leyes de los conquistadores, con el tiempo hubo que aprender a viajar en avión, luego hubo que aprender a enviar un fax y ahora hay que aprender a usar el correo electrónico. Como quiera que sea las organizaciones indígenas cada vez se mueven más y mejor a nivel global.

 

                        En 1994 tuve la oportunidad de estudiar el Programa Cultura y Desarrollo (C&D) del Festival de la Vida Folklórica "Americana" --por Estadounidense-- (el "Festival of American Folklife") que organizaron la  Smithsonian Institution y la Inter-American Foundation, en la ciudad de Washington. Este festival involucró la participación de 18 organizaciones de siete países latinoamericanos, 14 las cuales eran organizaciones de pueblos indígenas dedicadas a luchar por los derechos políticos y territoriales colectivos de sus pueblos, y a proyectos de desarrollo en las áreas de etnoturismo, etnoagricultura, artesanías, educación y comunicaciones.(para un análisis más extenso sobre este Programa veáse Mato 1997, 2000b)

 

                        Conviene tener en cuenta que un festival de este tipo no es un evento puntual. Sino que su preparación involucró mas de un año de acciones específicas por parte tanto de los organizadores globales como de los participantes locales. Y que hay además numerosos ejemplos de lo duradero de algunos de sus efectos. Como por ejemplo el establecimiento de relaciones de trabajo entre algunas de las organizaciones locales participantes, algunas iniciativas negociadas -durante los días del Festival- con varias ONGs trasnacionales con sede en la ciudad de Washington, el BM, el BID, el Departamento de Energía de Estados Unidos, y comerciantes "alternativos" de artesanías y productos orgánicos, y la organización de un evento relacionado -el Encuentro Intercultural por el Desarrollo y la Identidad Plurinacional- en Quito en 1996, por algunas de las organizaciones participantes en el C&D con apoyo de las dos agencias estadounidenses involucradas.

 

                        Mi investigación durante el desarrollo de este programa del Festival me permitió concluir que los diálogos que habían hecho posibles tanto esas relaciones anteriores, como el desarrollo mismo del Festival, como los intercambios posteriores, descansaban en ciertas maneras de ver las cosas que llamaré representaciones sociales (3). Según pude observar estas representaciones a la vez que eran lo que hacía posible esos diálogos, eran también objeto permanente de disputas y negociaciones, que contribuían a transformarlas permanentemente. Pues bien, estas representaciones sociales son sin duda un elemento muy importante de eso que llamamos "cultura", aunque de ellas no se ocupe de manera explícita y deliberada ningún ministerio, ni ningún otro tipo de oficina gubernamental.

 

                        Pero volviendo específicamente al ejemplo del Festival, les decía que este me permitió observar cómo ciertas representaciones en particular eran las que hacían posibles esos intercambios, y que a su vez ellas eran objeto de confrontaciones, negociaciones y transformaciones. Y cuáles eran en este caso esas representaciones???  Pues eran representaciones de ideas tales como cultura, desarrollo, raza, etnicidad, identidad, medio ambiente y desarrollo sostenible. Lo interesante del caso es que la co-producción o adopción adaptada de estas representaciones por los actores sociales involucrados son las que dan sentido y proveen marcos para el desarrollo de POLITICAS y de programas de acción asociados a ellas. En el caso de las organizaciones participantes en el Festival por ejemplo de programas de fortalecimiento de derechos culturales, programas de etnodesarrollo, etc.

 

                        A propósito de este tipo de procesos pueden resultar ilustrativas las palabras de Manuel Ortega -dirigente emberá, pueblo indígena de la región del Darién (Panamá). En una entrevista que le hice en el marco del Festival. Manuel Ortega quien para explicarme la participación de su organización en el Festival me explicó que ellos estaban comprometidos en un proceso de mapeo de sus tierras para lograr el reconocimiento de sus derechos sobre ellas, y agregó lo siguiente:

            "[...] nosotros estamos pidiendo un apoyo a cualquier organismo internacional ... porque a ese proceso de mapeo le falta dos etapas para terminar. Por eso nosotros esperamos alguien que financie, que alguien nos ayude a nosotros en ese sentido. Porque si nosotros dejamos eso, se van a perder muchas cosas en sectores indígenas, primero la botánica, la fauna silvestre, la biosfera, la biodiversidad, el medio ambiente, la ecología, ahí se va a perder mucho. Por eso nosotros queremos ... un apoyo ... porque la verdad es que somos pobres en ese sentido [financiero] pero ricos en la inteligencia y ricos en recursos naturales." [énfasis mío.]

 

                        Resulta interesante observar cuántas palabras de las que en años recientes han sido claves en la defensa de los pueblos indígenas de su derecho histórico a continuar ejerciendo control sobre sus territorios ancestrales --o bien recuperarlo- utilizó Ortega en esta breve respuesta. También es instructivo observar cuáles utilizó. Notemos que no sólo utilizó las más difundidas, sino incluso otras como "biosfera" y "biodiversidad", que son de uso más especializado, que forman parte de jergas utilizadas principalmente por especialistas.

 

                        Según surgió en las entrevistas que le hice, Ortega incorporó estas expresiones a su vocabulario a partir de sus intercambios con representantes de ONGs del exterior y con otras panameñas, pero que participan de intercambios con el exterior. Lo significativo de la incorporación de estas expresiones es que proveen sentido a ciertas políticas y prácticas sociales del pueblo emberá y sus organizaciones y orientan el establecimiento de alianzas.

 

                        Pero lo más significativo de este ejemplo es que no tiene carácter excepcional. Sino que es uno más de muchos otros que podría presentarles. Porque como lo ilustran diversos estudios en respuesta a lo que podríamos llamar la "globalización desde arriba" numerosas organizaciones indígenas han aprendido a impulsar proyectos políticos y económicos basados en su peculiaridad cultural. Mis propias investigaciones y las de algunos colegas permiten apreciar cómo estas representaciones de peculiaridad cultural (es decir de sistemas de identidades y diferencias), son producidas en el contexto de sistemas de relaciones con una amplia gama de actores sociales de los mismos países y también con un espectro diverso de organizaciones del exterior, que pueden ser locales de otros países, o bien actores globales tan diversos como redes de comercialización de artesanías, organizaciones ambientalistas y de defensa de los derechos indígenas, fundaciones privadas, el BM, el BID y las agencias gubernamentales de EEUU, Canadá y varios países de Europa occidental.

 

                        Tanto accionar global por parte de organizaciones indígenas y otros tipos de organizaciones que podríamos llamar "locales", produciendo lo que podríamos llamar una "globalización 'desde abajo'",  no proviene simplemente de sus propias iniciativas. Ni siquiera se debe simplemente a las iniciativas de los actores globales ya mencionados, o a las de otros semejantes. Esta globalización desde abajo es también, y al menos en parte, una respuesta a otros procesos globalizantes que podríamos considerar parte de una globalización desde arriba. Dejando de lado la consideración de factores históricos de largo plazo, resulta que en las últimas dos décadas numerosos gobiernos latinoamericanos han adoptado análogos programas de ajuste estructural, lo cual se relaciona a su vez con PROCESOS DE GLOBALIZACION que involucran las prácticas de estos y otros gobiernos, así como las de empresarios nacionales, corporaciones trasnacionales, el BM y el FMI. Estos Programas de Ajuste Estructural incluyen entre otras cosas políticas de reducción y descentralización del Estado, y también de "alivio de la pobreza". Entre otros efectos estas políticas de "alivio la pobreza" promovidas y finaciadas por el Banco Mundial han estimulado la creación de numerosas organizaciones étnicas y locales, de mujeres y desarrollo, de jóvenes, de microempresarios, las cuales fomentan la preeminencia de "representaciones sociales" en torno a estas ideas. Lo cual, nuevamente nos remite a los aspectos CULTURALES de estos PROCESOS.

 

                        Para terminar con esta enumeración de ejemplos quiero hacer una breve referencia a un par de ellos que se relacionan con otro tipo de representaciones sociales, las que se articulan en torno a la idea de "sociedad civil".

 

                        Desde las luchas del sindicato Solidaridad y otros movimientos sociales que a partir de la década del 70 se desarrollaron en Europa oriental, se ha venido produciendo una ola mundial de procesos de (re)organización de la llamada sociedad civil. Esta oleada comprende también importantes procesos en numerosas sociedades latinoamericanas. Más allá de la innegable importancia de factores internos a cada una de las sociedades involucradas, y más allá de que nociones de 'sociedad civil' integraban el vocabulario de algunos movimientos de izquierda desde décadas anteriores, fue recién con el fin de la Guerra Fría que representaciones de esta idea comenzaron a ser utilizadas por un número creciente de organizaciones de países latinoamericanos, las cuales paulatinamente se han ido vinculando trasnacionalmente entre sí y con los actores globales que las promueven.

 

                        En tal sentido, es posible observar la influencia en estos PROCESOS de una variedad de actores globales -como por ejemplo el BID, el BM, el PNUD, la Fundación Friedrich Ebert de Alemania, varias organizaciones de EEUU como la AID, el National Democratic Institute (NDI), y el National Republican Institute. Estos actores globales han venido promoviendo programas de fortalecimiento de la sociedad civil y de organizaciones cívicas en la región. Estos actores globales también han organizado o apoyado eventos y redes de trabajo trasnacionales -algunas de alcance global, otras regionales- que vinculan las prácticas de numerosos actores globales y locales. Estas redes y eventos se han constituido en espacios de intercambios, aprendizajes, co-producción y disputas en torno de diversas representaciones sociales de la idea de sociedad civil.

 

                        Un evento de alcance latinoamericano de importancia fue el Encuentro de Fortalecimiento de la Sociedad Civil, organizado por el BID en Washington en 1994, que contó con la participación de representantes tanto de organizaciones y gobiernos de América Latina como de varios actores globales. Significativamente, en el Reporte del encuentro se afirma que aunque el fortalecimiento de la sociedad civil es en lo fundamental un proceso social doméstico, es necesario que sea fortalecido por la comunidad internacional (BID 1994, p. 3). La importancia de este evento resulta evidente al considerar la experiencia de algunos dirigentes de organizaciones cívicas de la región. Por ejemplo, según me explicó María Rosa de Martini, vicepresidenta de la organización cívica argentina "Conciencia":

            "[Antes hablábamos de] asociaciones voluntarias. No-gubernamentales empezó a llamarlas Naciones Unidas.  ... sociedad civil, hubo un seminario organizado por el BID en Washington en 1994 ... [que] fue muy importante. ... Nosotras [todavía hablábamos de] organizaciones no-gubernamentales, y cuando yo volví [de ese seminario del BID] me acuerdo patente haber estado acá en la reunión de comisión directiva y decirles bueno, la nueva cosa es el fortalecimiento de la sociedad civil." [entrevista del 16/9/97].

 

                        Los eventos de este tipo producen efectos que no se limitan a una cuestión de vocabulario, sino que tienen consecuencias en la acción. Por ejemplo, según me explicó María Rosa de Martini lo importante de la denominación 'sociedad civil' -que le resultaba novedosa- es que ha permitido visualizar de manera abarcadora lo que ella desde entonces denominaría "el sector", lo cual a su vez ha hecho posible construir alianzas, formular políticas y elaborar y ejecutar proyectos de maneras que antes no era posible hacer.

 

                        Pero no es sólo a través de eventos globales o regionales se producen y circulan representaciones de la idea de sociedad civil. Los eventos aquí comentados son posibles porque existen ciertas redes de trabajo más estables, que a su vez se consolidan y desarrollan de este modo y que adquieren importancia por los intercambios que de manera más permanente vehiculan.

 

            Respecto de los modos de incorporación de la idea de sociedad civil al vocabulario público de, al menos, algunos países latinoamericanos resulta interesante considerar las reflexiones de Silvia Uranga, al momento de la entrevista presidente de esa misma organización, quien me explicó cómo había incorporado a su vocabulario la idea de sociedad civil en estos términos:

            "Será hará cinco años más o menos. ... Por lo general haces proyectos con fundaciones extranjeras, etc., entonces ya te empiezan a hablar, y como que empieza un código, o, como que empiezas a nombrar las cosas de diferente forma. Te digo que nosotros empezamos a hablar de sociedad civil y nadie nos entendía nada. O sea que le teníamos que mandar a nuestras sedes [de todo el país] nuestro mensaje y te lo discutían. Pero lo bueno es que cómo que ha demostrado que es un sector importante. O sea que el término ha ayudado también a poderlo circunscribir, a definir algo que estaba." [entrevista del 16/9/97].

           

                        Pienso que estos ejemplos ilustran algo que podemos observar también en otros casos estudiados, que en los actuales tiempos de globalización, la producción de representaciones sociales de ideas de 'identidad', 'sociedad civil' u otras por parte de actores sociales significativos -como por ejemplo organizaciones indígenas, cívicas, ambientalistas, etc.- se relaciona de diversas maneras con su participación en sistemas de relaciones trasnacionales en los cuales intervienen también actores locales de otros países y actores globales. Esto no implica que tales actores locales adopten sin más las representaciones sociales que promueven los actores globales, sino que las elaboran en el marco de esas relaciones trasnacionales. El resultado es que las representaciones que orientan sus acciones se relacionan de manera significativa, pero de formas diversas, con las de los actores globales. Si bien en algunos casos esto supone la adopción de ciertas representaciones y de las orientaciones de acción asociadas a ellas, en otros implica rechazo o resistencia, negociación o apropiación creativa. En fin, el estudio de casos verifica que las relaciones son ineludibles y que se establecen distintos tipos de relaciones entre las representaciones y orientaciones de acción de unos y otros actores (he analizado más extensamente estos asuntos en Mato 1999b, 2.000b).

           

 

 

Para concluir:

 

                        Las discursos más frecuentes sobre eso que llaman GLOBALIZACION no nos permiten ver qué hacen los actores sociales, cómo actúan y cómo podemos intervenir. Por el contrario, necesitamos desarrollar enfoques que nos muestren cómo los PROCESOS DE GLOBALIZACION resultan de las las políticas y prácticas de los actores sociales, y que de este modo nos orienten en la formulación de nuestras propias POLITICAS.

 

                        Los enfoques más corrientes no nos permiten ver cómo se relacionan lo político, lo cultural y lo económico. Necesitamos analizar los PROCESOS SOCIALES en que nos vemos involucrados de maneras que nos muestren esas relaciones, pero no que lo hagan de manera retórica general, sino de manera particular, en cada PROCESO, en cada caso, cada actor.

 

                        Estos tipos de análisis son los que pueden permitir a cada actor social desarroollar sus propias POLITICAS, las que orienten sus propias prácticas, de manera informada.

 

                        Porque eso que llaman GLOBALIZACION no la hacen fuerzas sobrehumanas, no resulta del capricho de diosas y dioses, sino de las prácticas de numerosos actores sociales que particpan en PROCESOS SOCIALES específicos.

 

                        Porque eso que llaman GLOBALIZACION no resulta tan sólo de lo que hacen gobiernos y organismos internacionales, sino también de lo que hacen organizaciones comunitarias, diversos tipos de organizaciones no-gubernamentales y movimientos sociales, de sus POLITICAS, de nuestras POLITICAS.

 

                        Pienso que tales POLITICAS CULTURALES, formuladas conciente e informadamente en el marco de estos TIEMPOS DE GLOBALIZACION,  pueden ayudarnos a impulsar transformaciones que apunten construir formas de organización social más justas y solidarias, tanto a niveles locales y nacionales, como internacionales y transnacionales.

 

 

Notas

(1) La idea de políticas culturales que aquí propugno se basa, aunque además amplia, la ya propuesta anterior y reiteradamente por otros colegas (entre otros textos veáse por ejemplo: Arizpe 2000, Barbero y Ochoa-Gautier 2.000, García Canclini 2.000, Ochoa-Gautier 2000)

 

(2) Quisiera evitar un posible malentendido: al afirmar esto no estoy diciendo ni que todas esas modalidades organizativas mencionadas sean lo mismo, ni tampoco que todas busquen el lucro, ni que todas deben manejarse con criterios de mercado. No. Sólo estoy diciendo que necesitamos una visión integrada de lo cultural, lo económico y lo político para poder analizar lo que está pasando. Porqué sólo así nos resultará posible comprender las relaciones que se dan por ejemplo entre las industrias del entretenimiento (es decir las de la música, la televisión, el cine, el video, la producción de espectáculos, etc, etc. las cuales cada vez más funcionan de manera integrada, o al menos de maneras concertadas) y las personas que habitualmente llamamos los creadores, y entre todos estos y sus públicos.

 

(3)  Para los propósitos de la línea de investigación en la cual se basa este artículo he definido la idea de "representaciones sociales" --de manera operativa y sin pretensiones generalizadoras-- como formulaciones sintéticas de sentido, descriptibles y diferenciables, producidas por actores sociales como formas de interpretación y simbolización de aspectos clave de su experiencia social. En tanto unidades de sentido, las representaciones sociales "organizan" la percepción e interpretación de la experiencia, del mismo modo en que lo hacen por ejemplo las categorías analíticas en las formulaciones teóricas --así, en mi concepción  las categorías analíticas constituyen un cierto tipo de "representaciones". Podemos pensar en las representaciones sociales como las palabras o imágenes "clave" dentro de los discursos de los actores sociales, son  aquellas unidades que dentro de éstos condensan sentido. De este modo, orientan y otorgan sentido a las prácticas sociales que esos actores desarrollan en relación con ellas, y son modificadas a través de tales prácticas. He desarrollado más extensamente esta idea y comentado su relación con algunas teorías de las representaciones sociales en Mato 1999b, 2000b).

 

 

Referencias Bibliográficas:

 

Arizpe, Lourdes  2000   Cultura, creatividad y gobernabilidad. En: Daniel Mato (coord.) *****

 

BID--InterAmerican Development Bank   1994  Summary Report of the conference on Strengthening Civil Society. (Washington D.C.: Inter-American Development Bank).

 

García Canclini, Néstor  1995   Consumidores y ciudadanos: conflictos multiculturales de la globalización  (México: Grijalbo)

 

García Canclini, Néstor  1999  La globalización imaginada (México: Ed. Paidós)

 

García Canclini, Néstor  2000  Definiciones en Transición. En este mismo libro

 

Garretón, Manuel  (coord.)  1999   América Latina: un espacio cultural en un mundo globalizado  (Bogotá: Convenio Andrés Bello)

 

Martín-Barbero, Jesús y Ana María Ochoa Gautier  2000  Políticas de multiculturalidad y desubicaciones de lo popular. En:

 

Mato, Daniel  1995  Crítica de la modernidad, globalización y construcción de identidades en América Latina y el Caribe  (Caracas:Universidad Central de Venezuela)

 

Mato, Daniel  1996  "Globalización, procesos culturales y cambios sociopolíticos en América Latina".   En: D. Mato, M. Montero y E. Amodio (coords.): América Latina en tiempos de globalización (Caracas: UNESCO-Asociación Latinoamericana de Sociología -UCV) pp. 11-47.

 

Mato, Daniel  1997   "Culturas indígenas y populares en tiempos de globalización". En:  Nueva Sociedad  Nro.149,  pp. 100-113.

 

Mato, Daniel  1999a  "Sobre la fetichización de la 'globalización' " . En: Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura  Vol. 5, Nro. 1, pp.: 129-148.

 

Mato, Daniel  1999b

 

Mato, Daniel   2000a 

 

Mato, Daniel   2000b 

 

Ochoa Gautier, Ana María (2000)