http://www.rcci.net/globalizacion/2000/fg148.htm
GLOBALIZACION.
Revista Web Mensual de Economía, Sociedad y Cultura - ISSN 1605-5519. Enero de 2001
ANTHONY
GIDDENS Y LA GLOBALIZACIÓN EN LA TERCERA VIA
Federico García Morales (*)
RESUMEN:
Se examina la obra de Anthony Giddens,
sociólogo inglés, La Tercera Vía, en lo que se refiere a su tratamiento de
la Globalización, en donde no habría considerado los factores operantes a nivel de la
producción, particularmente el peso de las corporaciones transnacionales, lo que tendría
efectos sobre su propuesta política.
I.
En los últimos tramos de su ya extensa obra,
Anthony Giddens parece haber decidido plantear, algo raro en un sociólogo en estos días,
una propuesta política de alcances globales en donde sobresale su preocupación previa
por la modernidad y el desarrollo de la individualidad, pero sumada ahora a un anclaje de
posiciones en torno a la democracia, la familia, el riesgo y la globalización. Todos
estos temas también los abordó en un extenso periplo de conferencias: en Londres, en
Europa continental, en Nueva Delhi, y en América. Esos temas constituyen también
capítulos señalados de ese novel panfleto político del laborismo según Tony Blair, que
por su título-más que por su contenido vino a transformarse en el slogan tanto de
conservadores como de socialistas arrepentidos: La Tercera Vía. Gran parte de
este verdadero manifiesto, recoge y discute propuestas corrientes en los años recientes
en el seno del movimiento socialdemócrata europeo, en diversas formas de cohabitación
con corrientes neoliberales.
A nosotros nos interesa en esta ocasión
examinar el modo como en este trabajo se alude a la Globalización, establecer
su propiedad o si hay aquí algo así como una ignoratio elenqui. Una falla, algo
fundamental que no queda comprendido en lo que vendría a ser un supuesto fundamental para
la búsqueda de esa Tercera Vía, es decir, una vía no neoliberal ni menos
socialista para nuestros problemas mundanales. Partimos del prejuicio, de que para
entender de la sociedad mundial debemos aproximarnos a sus bases materiales, y que para
formular un proyecto y una prognosis de su futuro, debemos entender de alguna manera el
presente.
Debemos agregar además que desde que se
publicó hace un par de años La Tercera Vía, esta designación ha sido
citada incluso en algunos discursos de hombres de estado como Clinton, y a su siga, de
casi todos los presidentes y jefes de partidos respetables de América Latina. Sobre la
Tercera Via, the Third Way, la Troisième Voiese ha traducido a todos los idiomas,
-- la Sra. Hillary Clinton, ha tenido su propia aproximación, ha dicho:La tercera
vía es el campo unificado de la teoría de la vida: une al conservantismo y al
liberalismo, al capitalismo y al estatismo, a todo lo que somos y lo que éramos, a los
pecados del hombre y a la palabra de Dios, al fin del comunismo y el comienzo de un nuevo
milenio.
No cabe duda que la formulación de un
proyecto tan amplio, debió darse sobre bases muy firmes. Una de esas bases es un intento
de definir la globalización.
Giddens, de entrada encuentra al término
poco agradable, con aspectos que son controvertibles, hay quienes
la consideran un mito, y quienes la ven comúnmente en su dimensión
económicay estos últimos serían aquéllos que ven a las economías
nacionales como irrelevantes. Esto obliga a Giddens a poner algunas cifras que pueden
tranquilizar a quienes todavía pensamos que los estados nacionales cumplen con alguna
función. Pero sí, nos entrega una visión en donde se aprecia el crecimiento del
comercio y sobre todo de finanzas, estas plenamente globalizadas. Y hasta aquí llega el
análisis económicode lo que podríamos llamar una profunda revolución en las
relaciones materialespara continuar en los otros planos de la
globalización.
La globalizaciónnos dice
Giddensal menos tal como la concebiré en lo sucesivo, no es sólo , ni
principalmente, interdependencia económica, sino la transformación del tiempo y del
espacio en nuestras vidas... de ahí en adelante, la globalización es
fundamentalmente interdependencia, sobre todo interdependencia cibernética. Un
mundo de comunicación electrónica instantánea, en el que están implicados todos los
que viven en las regiones más pobres... (La Tercera Vía, la renovación de la
Socialdemocracia, Madrid 1999, pp..40-46)
En realidad no tiene nada de novedoso estas
caracterizaciones de la globalización, a la cual también Giddens le pone el mote de
compleja serie de procesos, salvo el hecho de que una percepción tan poco
científica y hasta miserable pudiera ser invocada para sentar las bases de una propuesta
política seria, que pudiera concurrir a la solución socialista, es decir, de
alguna manera igualitaria, de un mundo extremadamente polarizado entre naciones pobres y
ricas, miles de millones de miserables y algunos pocos centros de acumulación. Un mundo
en donde cada vez se hace más difícil crear políticas de consenso desde el seno de los
estados, más abocados a promover los intereses empresariales.
La percepción de la Globalización en los
términos extremadamente ideologizados de la versión pop que es también la
versión de la Tercera Vía, lleva a que la historia pueda declararse abolida,
en el sentido de historias y continuidades del sistema económico, y también puede
crearse la ilusión de que las crisis del capitalismo y las eventuales revoluciones
anti-capitalistas no son posibles. ¿Cómo considerar seriamente la desaparición de
la historia, justo cuando estamos frente a tan grandes transformaciones, de tan
enormes movimientos sociales?¿Pero es que acaso la crisis capitalista de estos años, no
empieza a verse como la crisis de la globalización? ¿Y es que acaso esto que se llama
globalización no viene a ser una expresión de nuevas formas en el proceso de
reproducción del capital ? ¿Y no será que toda la discusión sobre la globalización y
la sorprendente visión compleja y electrónica de ésta, que escabulle la percepción de
sus mecanismos internos, no es más que una tenue neblina ideológica?
Si, con la excusa de Giddens, recordamos la
insistencia de Marx en el estudio de las bases productivas, e intentamos apreciar la
globalización sobre los rieles de la producción y de la reproducción del
capitalun capital que llevaba mucho tiempo inflando sus mecanismos de acumulación y
de concentraciónpodemos nítidamente observar lo que dijimos en un artículo
anterior:
Más que un término (la
Globalización), es una obscura mancha que se viene extendiendo al interior de la
economía mundial y comienza a dominar el escenario y éste es el espacio productivo
ganado por la gran corporación. De modo que lo que se indica como
globalización no es otra cosa que la cutícula externa de una inmensa
internacionalización concentradora del capital que tiene su sujeto activo en la
Corporación Transnacional. (F.García:Corporaciones Transnacionales y
Globalización: en el corazón de la oscuridad, Revista Globalización: )
Tratemos de explicar la importancia de las
CTNs (Corporaciones Transnacionales) en el diseño del actual movimiento globalizador del
capital:
A) Las CTNs son las mayores organizaciones
económicas del mundo y comienzan a ser un factor político autoritario de importancia
creciente, puesto al margen de cualquier ilusión democratizante.
B) Con las CTNs ha habido también un momento
mediador en esto de escabullir su calidad capitalista, sin embargo una extensa literatura,
avalada en estudios incluso de organismos internacionales, que realizan algún seguimiento
de su actividad (como UNCTAD, Banco Mundial, SELA) permite apreciar que las CTNs se fundan
en la extorsión de ganancias y en la lucha por el alza de sus tasas de ganancias,
contribuyendo a la conformación de lo que en los 80s ya se llamaba capitalismo
salvaje, compartiendo entonces los descriptores fundamentales del método
capitalista de producción.
C) Como Sistema Mundial Corporativo vendría
a constituir una forma social de producción específica, con características que inducen
una cierta orientación en la historia.
D)Las CTNs, manejan una línea de continuidad
con el capital monopólico , ya estudiado por los marxistas y no marxistas, como Lenin,
Hobson, Hilferding Sernberg,etc. Muchas de las empresas citadas en sus obras, como el
Banco de Boston o el Deutsche Bank o la General Electric vienen desde hace mucho.
E) Las CTNs crecen y se extienden según una
lógica de acumulación y concentración del capital. La CTN de la Globalización no tiene
en esto nada de nuevo ni misterioso. Las tendencias a la fusión vienen a ser un fenómeno
corriente en épocas de crisis. Su tendencia a crear mecanismos para controlar
economías, poder. Regiones- es habitual en el capital monopólico. Y su ensamble
con estados poderosos o hegemónicos se da en un compartimiento de poder y ganancias hoy,
como antes de la Primera guerra. La tendencia colonizadora, sigue vigente: quizás con
otros métodos. Véase la situación exportadora de capitales de América
Latina, vía pago de intereses de deuda y remesa de gananciales de inversión.
F) Estos avances, obviamente, se dan sobre
nuevos desarrollos en las fuerzas productivas. Las famosas revoluciones tecnológicas, que
deben entenderse no independientemente sino en relación con la expansión corporativa. El
90% de las patentes tecnológicas mundiales son propiedad corporativa. La Nueva
Economía está centrada en grandes corporaciones de la computadora y de la
biotecnología.
G) Las CTNs constituyen un orden oligopólico
con tendencia a expandir mercados y subsedes por encima de fronteras nacionales, en su
búsqueda de ganancias extraordinarias.
H) Para su expansión explota factores o
coyunturas políticas, como la caída de los regímenes del este y la subasta de sus
recursos, o la caída de los movimientos nacionalistas o desarrollistas en Africa o
América, con el mismo resultado. En este sentido no hay que equivocar el rumbo y pensar
que las CTNs tienen alguna meta democrática. También han sido aliadas de los
Talibanes cuando se ha tratado de conquistar los petróleos de la Caucasia. En Perú han
apoyado la dictadura de Fujimori, y en Chile se enriquecieron con el gobierno militar y
sus sucesores.
I) Las mayores CTNs tienen su base en los
países centrales y de este modo aseguran un fuerte traslado de capital hacia esos
centros, reformulando políticas colonialistas. En este plan las CTNs han apoyado las
políticas hegemónicas de los estados centrales en relación a materias primas, productos
alimenticios y energía.
J) El poder de las CTNs ha crecido apoyado en
estructuras supranacionales (Banco Mundial; BID ,FMI, OMC) , controlando procesos
internacionales de realización del valor, los valores mercantiles y la reorganización de
la fuerza de trabajo. Ese poder ha definido también el desarrollo de una nueva clase
transnacional dominante que ha penetrado profundamente en los aparatos políticos locales.
(Véase W.Robinson: La Globalización y la Formación del Estado Transnacional.
http://www.rcci.net/globalizacion/2000/fg138
K) La expansión de las CTNs ha introducido
nuevas formas de organización del trabajo, a niveles gerenciales y a niveles de la fuerza
de trabajo, que ha contribuído a reforzar su hegemonía. La fuerza de trabajo, en
particular es convertida en medio de producción en una asociación con los
instrumentos de producción ,prácticamente en una nueva versión
aristotélica de la esclavitud.
L) El sistema corporativo acapara todo lo que
comunica: transportes, radios, televisoras, prensa, . Y todo lo que viene a ser energía:
petróleo, electricidad, energía nuclear. Y ya ingresa profundamente en la posesión de
todos los servicios públicos: salud, educación, agua, alcantarillado. Y de modo natural,
domina las esferas comerciales y financieras. ¿Qué podria escapar? ¿La milicia? Ellas
proveen de armas a las fuerzas. El negocio armamentista les pertenece. Y el recurso a la
fuerza armada juega un papel en sus negocios. Que lo digan los africanos, o los árabes.
Luego, la situación de la propiedad y de la apropiación del trabajo, en las que
las redes corporativas controlan una gruesa parte de la población activa --dictando las
condiciones de su alienaciónen donde el conjunto corporativo se recomienda
restricciones salariales y la forma de empobrecer a la masa trabajadora y de agregarla al
ejército industrial de reserva. F. García, ob.cit) En este plan, empieza a
distinguirse otro terreno donde las corporaciones ejercen su actividad: el terreno
cultural. Allí monopolizan la media e intentan hacer de la educación un aparato propio,
interviniendo en la planeación, privatizando espacios educativos e impartiendo educación
de servicio para el sistema que están entrando a dominar. Esmerándose en la difusión
del pensamiento único. Algunos autores han llamado a esto El horror
económico (Viviane Forrester)-que genera un mundo de vidas desvastadas.
O la nueva era de las desigualdades (J-P.Fitoussi) y también Un mundo
intolerable (René Dumont), fundado en un liberalismo criminal. Pierre
Boudieu, ha dado con una buena caracterización, La utopía de la explotación
eterna.
Las relaciones de producción las
afirma las CTNs desde su nivel ya conquistado, el transnacional, mediante el apoyo del
estado hegemónico, los organismos supranacionales y el extenso pacto político maniobrado
por los sectores de la nueva elite transnacionalizada con las clases altas y medias. Que
no nos venga a decir Giddens que la derecha también se murió. Pues si tuvo algún
desfallecimiento, ha renacido en el interior de este nuevo pacto.
Hasta aquí, quedaría claro que la
Tercera Vía carece de una base sustantiva, ya que se le escapa una
percepción del modo de producción del que recoge sus fuerzas o al que
habría que transformar. Por otro lado, el reconocimiento de la existencia de estas
fuerzas reales que trabajan bajo la Globalización, debería llevar hacia otras
consideraciones muy urgentes en materia de políticas, llamémoslas populares o de
la izquierda si esto se usa en el sentido aceptado por Giddens, de una
propensión hacia la igualdad, y en estos tiempos también una propensión hacia el
ambiente sano, que viene siendo destruido por las fuerzas motrices de la globalización.
Una destrucción que no se puede detener mediante el hipócrita slogan de la
sustentabildadtérmino también muy cercano a Giddens.
Pero todo no ha sido victoria para el sistema
capitalista globalizante: también ha encontrado su crisis, y es en el seno de esta crisis
cuando algunos sectores han percibido el agotamiento de la religión mercantil neoliberal,
y han deseado realizar una política de aplacamiento de las contradicciones mediante una
vasta campaña ideológica en donde ha nacido la ocurrencia de la tercera via
y de la visión aguada de la globalización. Si hasta el propio presidente del Banco
Mundial, debía reconocer hace unos días en Praga que los contramanifestantes a la
reunión supranacional tenían razón en sus demandas y que ellos, el Banco
Mundial y el FMI, ya se estaban encargando de crear una globalización buena.
Con rostro humano , coreaban Clinton y Blair. Pero se ha ido aún más allá:
en una reunión de hace pocos días la OECD declaró que ya era necesario enmendar el
rumbo de la globalización imponiéndole reglas.
En el último año ha habido varias
contiendas electorales en América Latina, y no deja de llamar la atención de qué modo
la visión de una globalización angélica y extraterrestre, se dejó caer a través de
los discursos de candidatos oficiales y de oposición, en la forma de una absoluta
resignación, algunos también vocearon la Tercera Vía. O también las
consignas de el cambio. En medio de la confusión, los resultados, en México
por ejemplo, favorecieron a Vicente Fox, que maneja su particular visión de la
Tercera Vía: la de un estado dirigido con sentido de empresa, abierto a las
privatizaciones más feroces, con amor de país que es productivo y de calidad
total. Una mezcla que horrorizaría al propio Giddens. Es que ha pasado a ser un slogan
más en el gran mercado corporativo.
El librito de Giddens La Tercera
Vía, construido según su autor con gran esfuerzo, y publicado tras numerosas
revisiones, es testimonio del quehacer bastante devoto del intelectual del sistema que
como premisas básicas, debe reconocer más o menos ritualmente algunos supuestos de
partida: el fin del conservadurismo, al mismo tiempo que lo asume, y la muerte
del socialismo y del comunismo, mientras ofrece a izquierdas desorientadas, quizás
todavía temiblemente posibles, una nueva vía en la aceptación solapada de la visión
Thatcheriana. También, y porque acepta el triunfo del capitalismo, deberá formularse
abandonando toda veleidad historicista, o de cambio, para él, como para Fukuyama,
la historia ha terminado, aunque en esta no historia, liberada de
oposiciones, se invite a considerar como natural y hasta promisorios los encuentros y los
acuerdos entre Clinton y Tony Blair, que aparecen como profetas del verdadero
camino, la tercera via que, en este maravilloso ramillete de
contradicciones, viene a significar una nueva historicidad.
Su reflexión, a pesar de la visión de muy
largo plazo a la que se aboca, se resuelve en la consagración de situaciones del
cortísimo plazo, que habrían echado las cartas, marcado el destino, en una especie de
Waterloo planetario, de donde no podemos evitar el recuerdo del nacimiento de una nueva
Santa Alianza, que se figura en la estampa de la Globalización. Aunque también, y como
la presenta Giddens, esta globalización podría representarse como un fenómeno
extraterrestre , para los que la entiendan al modo de la tercera via, algo
así como el inmenso, inconmensurable platillo de El Día de la
Independencia.Aunque el independiente es aquí el platillo, que nunca en el folleto
llega a percibirse como una formación social o algo que tenga que ver con la
reproducción del capital y menos con la historia.
En su libro Giddens absuelve a la
globalización de todo contenido económico central, a favor del difundido discurso
pop que junta expresiones de la expansión financiera con los nuevos alardes
tecnológicos, para terminar colocándola en el plano de una operación cultural y hasta
de una afección psicológica.. Al final del libro, también la operación del mercado, en
buen liberalismo, esconde una mano negra con un componente psicológico decisivo. Y ahí
queda la globalización mistificada, al lado de esta expansión individualista que
experimentamos. Y así también, puede exculpar su frivolidad apelando a la fórmula
sistémica de moda:...la globalización es...una compleja serie de procesos,
impulsados por una amalgama de factores políticos y económicos que transforman la vida
diaria....e influye directamente en el ascenso del individualismo... (p.46) Con lo
que llegamos al individuo, que pasa a ser el tema de otras consideraciones, en donde la
globalización puede llegar a apartarse un poquito más de las consideraciones
económicas:
El nuevo individualismonos dice
en la p.49está asociado a la disfumación de la tradición y de la costumbre en
nuestras vidas, un fenómeno relacionado con el impacto de la globalización entendida de
un modo más amplio que la influencia de los mercados.De donde... con la
globalización (asi de vaga) podría darse una mayor democratización. En el deseado
encuentro (hacia la derecha) de una derecha menos derecha y de una izquierda más a la
derecha del centro. Ya que la globalización, junto con la desintegración del
comunismo, ha alterado los contornos de la izquierda y de la derecha. (p.56) Un
patrón que encaja a Giddens ante el problema de una sobrevivencia de izquierdas y
derechas que intercambian sus papeles en torno a la globalización,(al menos en el seno de
esta argumentación): la izquierda deberá ver a la globalización como positiva, puesto
que, la derecha se opone a ella. Y parcialmente, podríamos decir según nuestra
experiencia, que tiene razón, ya que en América Latina hay tantos ex pseudoizquierdistas
que aplauden la globalización, aunque hay cierta unanimidad en las derechas para
apoyarla. El partido socialista chileno apoya la globalización desde el gobierno de la
Concertación. Las Cámaras patronales del continente apoyan la globalización, aunque
cada quién pueda entender la globalizaciónque es tan grande (y compleja, como la
pinta Giddens, y llega hasta dios, según Hillaryde diferente manera, como los
ciegos de la leyenda hindú que palpaban a un elefante. Aunque pudiera haber aquí
opiniones comunes: a todos estos sectores les interesa o ven como positiva la Inversión
Directa Externa, que llega a ser en este continente de la literatura del realismo mágico,
el equivalente del crecimiento económico. Ya no es inversión imperialista,
pues viene bajando del disco volador.
II.
Si suponemos que la globalización no es ya sólo un proceso complejo, sino que sobre todo
tiene fuertes adherencias con el fenómeno corporativo, al punto de estar señalando hacia
una nueva mutación del modo capitalista de producción, conviene pasar a considerar lo
que puede estar ocurriendo con los cinco dilemas de la tercera
vía (La globalización.el individualismo, la izquierda y la derecha, la capacidad
de acción, las cuestiones ecológicas) y con el problema del estado, fundamentalmente el
tema de la democratización y otras alternativas de la era global, pues de
alguna manera estos temas, en la bitácora del profesor Giddens, quedan afectados por
cualquier modificación de los factores económicos, representados en este caso por
la Globalización.
Dejamos para otra ocasión el estudio mas
detenido de la coyuntura específica, inglesa y luego, de los partidos socialdemócratas
que contribuyen al lanzamiento de la tercera vía, y el tema siempre presente,
del fin del conservantismo, la muerte del comunismo y la suerte del neoliberalismo. Aunque
en esta ocasión hagamos alusiones generales sobre esos temas y sobre las inercias que
empujan al mundo que viene, y lo que no deja de ser interesante, los cambios, las
alternativas, las vías que se están insinuando en el seno de la
globalización. Ya no sólo particularmente en Europa, sino en las periferias y
particularmente en América Latina. Se tiene presente que el objetivo es delinear el modo
de enfrentar importantes problemas de nuestro tiempo.
1) En América Latina el componente
dinamizante de la globalización, la CTN, ha entrado a reconstituir una nueva
situación colonial, en donde los países del continente han ido acelerando su
exportación de valores, a través de la enorme deuda externa y la extorsión de fuerza de
trabajo que va conduciendo una especialización colonial del trabajo.
2) Los estados latinoamericanos se rinden a
la globalización compitiendo en la atracción de capitales dedicados a sus diferentes
ventajas, entregándose por entero a la subasta privatizadora en donde los capitalistas
locales hacen de intermediarios en el proceso de transferencia a grandes empresas
transnacionales. El crecimiento que aplican al cálculo de su PIB es vastamente el
crecimiento en el ingreso de empresas transnacionales con sucursales en los diversos
países del continente. Asi en las cuentas nacionales de México figuran los ingresos de
la Ford y de la Volkswagen, mientras en Chile seguramente da su contribución la
extorsionadora española Telefónica o Endesa-España. O las diversas compañías que
explotan los minerales andinos.
3) En ninguno de los países de América
Latina puede decirse que la globalización esté empujando la democracia,
cuanto más transiciones infinitas, ni tampoco que la globalización
esté apoyando la liberación femenina, a menos que se llame así, la
preferencia de las maquilas por el trabajo de las muchachas.
4) En este momento, la globalización
corporativa está muy lejos de tener una disposición para aceptar reglas. Al
contrario, está en plena campaña la introducción de desregulaciones. La inversión no
desea reglas arancelarias ni reglas laborales ni reglas ecológicas.
5) Las últimas reuniones de la OMC fueron
intentadas como un espacio para imponer la liberación de fronteras para los flujos del
capital, al estilo del Acuerdo Mundial de Inversiones.
6) Con respecto a la cuestión laboral, se
generaliza la práctica tramposa de los gobiernos transnacionalizantes por atraer la
discusión de las nuevas leyes del trabajo hacia mesas de concertación en
donde los empresarios impondrán sus condiciones. Nadie puede moverse a engaño: el
neoliberalismo corporativo ya domina las esferas de decisión en el seno de todos los
gobiernos del continente, y el verdadero diálogo de éstos se está dando con la esfera
corporativa, mientras se enmudece la relación con los sectores laborales. En este campo
ganan terreno los proyectos del FMI.
7) En cuanto a la ecología planetaria, está
siendo fieramente herida por las operaciones corporativo que han ampliado brutalmente la
explotación de los recursos naturales. Mares, selvas, atmósfera, están experimentando
daños irreversibles y ningún acuerdo internacional parece estar ya a tiempo para
revertir procesos desbocados por el infinito afán de ganancias de los aparatos
corporativos. Sólo habría que anotar, para tener claros ejemplos de lo que ocurre sólo
dos indicios: el calentamiento del planeta y la cierta extinción de más de la mitad de
las especies vivas para los próximos cincuenta años.
8) Todo esto viene a manifestar el problema
social muy grande, la gran dificultad que está presente en esto de ponerle riendas a la
globalización. Un proceso que ha ido generando profundas modificaciones, algunas muy
reaccionarias, en el seno de la sociedad mundial y en su entorno ecológico.
9) Al parecer esas modificaciones
difícilmente se alcanzarán por la vía de la reforma, sino más bien en
difíciles y costosos encabalgamientos de las revoluciones sociales en el siglo que se
está abriendo, que se viene con una carga de realidad, de ideología y de disidencias.
Pensamos que el aspecto un tanto confuso de la actual distribución de izquierdas y de
derechas es sólo un fenómeno transitorio, que no podrá sostenerse dadas las
polarizaciones, urgencias y ensambles etno-clasistas que se han ido generando en el
último tiempo.
10) La entrada del sistema corporativo en el
escenario mundial, a pesar de la crisis corriente, cuyos desenlaces son todavía
imprevisibles, pudiera estar sólo en sus comienzos. En esta fase ya se notan las
dificultades en llegar a imponerle reparos sociales. No se percibe tampoco, en el seno de
este sistema atisbo alguno que lo sensibilice hacia utopías democráticas, al contrario,
sus cuadros y la ideología de éstos, apunta más bien al elitismo, a la jerarquía, al
autoritarismo y al manejo de recursos submisivos y totales. Si es el orden de la fábrica
el que quieren imponer al mundo, este es el orden del Panopticon. Es un
totalitarismo empresarial" y transnacionalizado el que se nos viene. Pero es un
orden ciego frente a su propia perversidad tanto social como ecológica.
Esta situación no deja espacio para una
Tercera Vía, que precisaría de avances reales de la izquierda
socialdemócrata. En América Latina, entre triunfos electorales de la derecha, no
percibimos las delicadas inflexiones del discurso de Blair. Acá, la ideología y la
práctica de la nueva elite es thatcheriana. En México Fox no oculta su proyecto Coca
Cola y para su inauguración estará estrenando un gabinete empresarial; en Brasil, el
antiguo "izquierdista" Cardoso avanza en su segundo período entre los
escándalos de sus privatizaciones; en Chile, mientras la Concertación pierde bastiones
fundamentales en las últimas elecciones municipales, el Biministro Eyzaguirre, se declara
partidario de la economía dura... en tanto el Banco Mundial no diga otra
cosa. En América Latina los controles de la "gobernabilidad" los tiene una
nueva derecha, en la que se mezclan antiguos reformistas que compiten en la constitución
de una nueva elite de servicio. Ni Alemán, ni Pastrana, ni Banzer, ni menos Fujimori
pueden mostrar perfiles adecuados a la Tercera Via propuesta por Giddens, que queda así
como la utopía europea en el tránsito de los siglos, ya que tampoco tiene su agente
adecuado en los Putin de otros continentes. Y hay que pensar que la asociación con los
Clinton en los EEUU está finalizando.
En el siglo pasado aprendimos que los
procesos sociales tienen algo que ver con la presencia de agentes sociales. La Tercera
Vía no parece haber encontrado a esos agentes capaces de proveer esa síntesis entre
nuestros pecados y Dios. Mientras el proceso real de la instalación
corporativa ya nos muestra la presencia de una nueva clase transnacionalizante, sin que en
la confusión académica del pensamiento único, podamos identificar en la neblina la
llegada del sepulturero de la injusticia.
Pero eso ya le ocurrió a Humboldt. De
regreso de sus largas expediciones a las regiones equinocciales, en un café de Paris
conversaba una tarde con un joven y le decía: En América está por comenzar una
enorme revolución, sólo que no veo quien pudiera llegar a dirigirla. El joven lo
miraba en silencio, y era Simón Bolívar.
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(*)Ponencia presentada al III Congreso Internacional de Estudios Latinoamericanos
(Universidad de La Serena, Chile, 8-10 de noviembre del 2000. La edición española de
Anthony Giddens: La Tercera Vía: la renovación de la socialdemocracia, se encuentra en
edición Taurus, Madrid 1999.
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Sobre Anthony Giddens y
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Globalization (BBC)
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